Un año más se acerca el verano. El sol calienta cada día un poco más y empieza a apetecer pasear al aire libre sin pasar frío. El sol es fuente primordial de vitamina D, una vitamina esencial para nuestros huesos porque ayuda a absorber el calcio y mantenerlos fuertes. Pero si quedarnos cortos es perjudicial, pasarnos puede ser aún peor. Nuestra piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y tiene memoria, por lo que cuanto más la cuidemos hoy, más sana estará en el futuro. De modo que para decir preparados, listos, ya y ponernos al sol vamos a darte algunas recomendaciones.
Un rayo de Sol, oh, oh oh…
Los ratos ultravioletas (RUV) del Sol son de dos tipos: los UVA y UVB. Los primeros se mantienen elevados durante todo el día y durante todo el año. En este sentido, te recomendamos que tus cremas faciales, hidratantes, antiarrugas, etc. incorporen un factor solar como parte de su composición.
Los rayos UVB van aumentando su potencia entre las 10 de la mañana y las 16h. En este horario deberíamos evitar en lo posible exponernos al sol, ni siquiera con protector. Pero ya sabemos que esto es casi imposible, pues es cuando realizamos la mayor parte de nuestras actividades al aire libre, tanto entre semana como especialmente en fin de semana y días de tiempo libre.
Vamos a tomar medidas
Ya hemos visto que tomar el sol es beneficioso, pero ahora vamos a recordar cómo podemos protegernos para no abusar de él:
- Ponerse a la sombra, utilizar gafas de sol, sombreros y gorras. La propia ropa también ayuda (manga larga, foulards…). Por ejemplo, un sombrero de ala ancha protege bien los ojos, las orejas, la cara y la nuca. Las gafas de sol son un punto de especial atención: con un índice de protección del 99%-100% frente a los rayos UVA y UVB ayudan en buena medida a proteger de posibles daños oculares debidos a la radiación solar.
- Aplicarse una crema con filtro solar en las partes del cuerpo que quedan expuestas, como la cara y las manos. ATENCIÓN: la crema con filtro solar no debe utilizarse para prolongar la exposición al sol.
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día (o, al menos, tener especial cuidado con la exposición al sol durante esas horas). Los rayos UV solares tienen su mayor intensidad entre las 10 de la mañana y las 16h de la tarde.
- Aprovecha las sombras. Ponte a la sombra cuando el sol esté más fuerte. Pero atención: los árboles, las sombrillas o los toldos no protegen completamente de la radiación solar. Ojo: las nubes filtran una parte de los rayos solares, pero no te confíes: cuando está nublado el sol sigue afectando nuestra piel.
- Utiliza cremas con filtro solar, siempre mejor de amplio espectro, con factor de protección igual o superior a 30. No seas rácan@ y extiéndela generosamente sobre la piel expuesta (¡protégete de verdad!), sin olvidarte de las orejas, dorso de las manos, empeines de los pies y el cuello. Repite la aplicación cada dos horas, o después de trabajar, nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre.
- Olvídate de las lámparas y camas bronceadoras de rayos UVA. El uso continuado de estas máquinas aumenta el riesgo de contraer cáncer de piel y puede incluso dañar los ojos si no se usa protección
- Los niños necesitan más protección. Ellos son más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos. Cuando estén al aire libre, debemos protegerlos del sol como ya hemos explicado, y en particular, los bebés deben permanecer siempre a la sombra.
Y ahora, ¿qué protector me recomendáis?
En Farmacia Ribot os aconsejamos que uséis protectores solares de amplio espectro, que son los que tienen cobertura para los dos tipos de rayos ultravioleta mencionados.
Dentro de nuestra gama de solares te recomendamos la línea Photoderm de NAOS. Tiene texturas muy agradables y fáciles de aplicar y ahora la tenemos en oferta:
- 1 unidad con 10% de descuento
- 2 unidades con un 50%
- Y si compras 3 unidades solo pagas 2
Eucerin tiene varios niveles de factor de protección y presenta varias texturas para que encuentres la que más te guste. Además, en su investigación han tenido en cuenta que los componentes de sus protectores solares sean respetuosos con la fauna marina. Ahora te los ofrecemos con un 15% de descuento por la primera unidad y la segunda con un 50% de descuento.
Sea cual sea la marca que escojas, recuerda algunos detalles importantes:
- Protégete bien: no compres cremas con un factor de protección (FPS o SPF) menor de 30.
- “Embadúrnate” bien, ponte una buena cantidad de protector y no te dejes zonas sin cubrir.
- Utiliza el mismo factor en todo el cuerpo.
- Utiliza el mismo factor durante todo el verano (o durante todos los meses del año en que tengas una prolongada exposición al sol). A menudo empezamos el verano o las vacaciones poniéndonos un factor alto, y luego vamos bajando a medida que nos vamos bronceando. Esto es un error, porque no nos protegemos contra futuras agresiones.
- Recuerda meter de nuevo en la bolsa o cubrir con la toalla el bote de crema solar, no lo dejes mucho tiempo al sol, ni destapado.
- Renuévalo anualmente para que no pierda efectividad.
Más vale prevenir. Pero si hay que curar… ¿Cómo?
Si has estado demasiado tiempo expuesto/a y tienes un leve enrojecimiento, utiliza algún producto postsolar. Bebe también mucho líquido para ayudar a hidratarte.
Por supuesto, no te expongas de nuevo al sol (al menos la zona quemada) hasta que la piel esté recuperada.
Si la quemadura es más grave hay que consultar al médico.
Para más información, puedes consultar también nuestro anterior artículo sobre «Los cuidados de la piel en verano«.