Cuidados de la piel en verano
Este post lo vamos a dedicar a los cuidados de la piel en verano. Después del frío invierno, en cuanto llegan los primeros rayos de sol, nuestro cuerpo tiene la necesidad de vitamina D, ¡pero siempre con precaución!
Debemos tener en cuenta que la piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y que tiene memoria. Todo lo que no te cuides hoy, lo podrás lamentar mañana.
¿Cuáles son los factores que dañan la piel durante el verano?
El factor que más influye en el daño de la piel es la radiación ultravioleta, que proviene, fundamentalmente, del Sol, aunque también se puede encontrar en aparatos artificiales como en las máquinas de rayos UVA.
El sol emite dos tipos de rayos ultravioletas (RUV) que dañan la piel, los UVA y UVB. Los UVB se incrementan entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, horario en que no se recomienda exponerse al sol, ni siquiera con protector.
Por su parte, los UVA son elevados durante todo el día, incluso a las 8 de la mañana, y durante todo el año, por eso siempre recomendamos un factor solar como parte de tu cuidado facial.
¿Qué protector es el recomendado para protegerse adecuadamente?
Aconsejamos el uso de protectores solares de amplio espectro, lo que significa que tienen cobertura para ambos tipos de rayos ultravioleta.
Otras recomendaciones importantes son:
- El factor de protección (FPS o SPF) deberá ser por lo menos de 30.
- Ponerse una buena cantidad de protector, sobre todo en aquellos lugares que siempre olvidamos:
Orejas
Dorso de las manos
Dorso de los pies
Cuello
- Utilizar el mismo factor en todo el cuerpo.
- Utilizar el mismo factor a lo largo del tiempo. Es habitual que uno comience las vacaciones poniéndose un factor alto, y luego vaya bajando a medida que se va bronceando. Esto no es adecuado porque no protege contra futuras agresiones.
- No dejarlo mucho tiempo en el sol, ni destapado, y renovar cada año el protector solar para que no pierda efectividad.
¿De qué otras formas me puedo proteger?
Principalmente estando bajo una buena sombra. Hay que tener cuidado porque si esta es sutil deja pasar el 50% de la radiación.
La ropa es otra forma de protección. Se pueden usar prendas con manga larga, pantalones y/o sombreros con ala ancha (más de 10 cm.).
Contrariamente a lo que se cree, la ropa blanca es más fresca pero protege menos, mientras que la negra es más calurosa pero nos cubre más de los efectos del sol.
Cuando está nublado, ¿debo cuidarme igual?
Sí, ya que las nubes dejan pasar el 80% de la radiación. También hay que tener cuidado al meterse en el agua, ya que esta solo filtra el 50% de los rayos UV.
¿Quiénes son los que corren mayores riesgos?
- Los niños menores de 12 meses siempre tienen que salir con un protector solar mineral y nunca exponerlos directamente al sol.
- La gente que tiene antecedentes familiares o personales de cáncer de piel.
- Aquellos que tienen cáncer en general, ya que el sol disminuye las defensas.
- Las personas que toman ciertos medicamentos fotosensibilizantes (diuréticos, remedios para la presión, psicofármacos, antibióticos) que sensibilizan la piel y pueden sufrir quemaduras.
- Los que tienen enfermedades fotosensibles como el lupus.
- Los que estén con alguna infección activa en la piel.
- Las personas que tienen muchos lunares.
¿Qué debo hacer si ya me he quemado?
Si solo es enrojecimiento leve, hay que usar algún producto postsolar, que haya estado guardado en la nevera, e hidratarse mucho después de la quemadura.
También se deberá evitar la exposición hasta que la piel esté recuperada.
Si la quemadura es más grave hay que consultar al médico.