El mes de septiembre marca el fin de las vacaciones y el comienzo de un nuevo año escolar. Este momento puede ser tanto emocionante como desafiante, pero a veces no está claro si estresa y agobia más a los padres o a los niños. Sin duda para los padres es un periodo de tensión porque han de asegurarse de que los niños estén bien preparados y se adapten pronto a la rutina escolar. Por ello no vienen mal algunos consejos útiles para que el regreso a clases sea lo más fluido y libre de estrés posible.
Anticípate al estrés
Ya que esos días previos al inicio del curso lectivo son de tensión, trata de manejar el posible estrés con algunos trucos:
- Dedícate algún tiempo para ti: realiza actividades que disfrutes y que te ayuden a relajarte.
- Delega tareas y responsabilidades a otros miembros de la familia o busca apoyo externo si es necesario, para no cargar tú solo/a con todo lo que concierne a la preparación de la vuelta al cole
- Aunque quizá lo hayas visto como algo que a ti no te va o no te hace falta, ten en cuenta las técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda para mantener el estrés bajo control. ¡Son mucho más beneficiosas de lo que imaginas!
- Y ya más cerca del día D, si la noche antes del primer día de clases dejas todo preparado, evitarás prisas y estrés de buena mañana.
- Por último, sal de casa con tiempo suficiente para llegar a la escuela sin prisas. Un inicio tranquilo puede marcar la pauta para un día positivo.
Planifica y organiza bien antes de empezar
Si creas una lista de todo lo necesario para el regreso a clases (uniformes, útiles escolares, mochilas, y cualquier material adicional) no olvidarás nada y podrás prepararlo con tiempo, y lo que no tengas, lo podrás adquirir sin esperar a última hora.
Como el verano conlleva relax en todos los aspectos, sobre todo en los horarios, es conveniente establecer un calendario familiar donde todos los eventos y actividades escolares estén claramente marcados. Esto ayudará a evitar sorpresas de última hora y a mantener a todos organizados.
Recuperar rutinas para prepararse física y mentalmente
Regresa a las rutinas de sueño habituales de tus hijos. Ajusta gradualmente sus horarios de sueño una o dos semanas antes del inicio de clases, para asegurarte de que estén descansando lo suficiente para afrontar el día escolar con energía.
Los excesos y la permisividad de las vacaciones estivales se han de quedar atrás: reintegra una dieta balanceada y saludable, rica en frutas, verduras y proteínas. Evita los alimentos con alto contenido de azúcar y grasas saturadas.
Y aunque seguro que se han “movido” mucho en verano, fomenta la actividad física diaria para mantener a los niños activos y saludables. Esto también puede ayudarles a reducir el estrés y la ansiedad.
Material y equipamiento para ir al cole
Teniendo en cuenta la cantidad de material que usan los niños en el colegio, es importante pensar en una mochila ergonómica que sea cómoda y distribuya el peso de manera equilibrada, para que no cause problemas de espalda.
En cuanto a los materiales y útiles escolares, en la medida de lo posible intenta invertir en útiles de buena calidad, para que duren y sean adecuados para las necesidades educativas de tus hijos.
La ropa y el calzado también son importantes, piensa que pasan todo el día con ellos. Elige ropa y calzado cómodos y apropiados para el clima y las actividades escolares.
Hablar y escuchar. En familia
Es fundamental tener con tus hijos una comunicación abierta y un apoyo emocional auténtico. No temas hablar con tus hijos sobre sus sentimientos respecto al regreso a clases. Anímales a expresarse con transparencia y sin temor a ser juzgados. Escucha sus preocupaciones y responde a sus preguntas de manera honesta y tranquilizadora. Es bueno también ayudarles a establecer metas realistas y alcanzables para el nuevo año escolar. Recuérdales que es normal sentir nerviosismo, y que vuestro apoyo familiar está siempre disponible.
Una vez empezado el curso, acuérdate de celebrar los pequeños logros y esfuerzos de tus hijos a lo largo del año escolar. Y enséñales a ser resilientes, esta palabra tan de moda que condensa el saber afrontar los desafíos con una actitud positiva, sin dejarse vencer y levantándose una y otra vez tras cada caída.
Cuidar la higiene y la salud
Al regresar al colegio, tus hijos volverán a mezclarse con decenas de niños, con lo que la exposición a bacterias y virus es inevitable. De ahí el recordarles la importancia de lavarse las manos regularmente y mantener una buena higiene personal para prevenir enfermedades. No está de más, si sabes que van a estar expuestos al sol durante las actividades escolares, asegurarte de que lleven protector solar.
Si es preciso hacer algún chequeo médico o dental, siempre mejor antes de que empiecen las clases para asegurar su buena salud desde un inicio.
Con una buena planificación y una actitud positiva, el regreso a clases puede ser una experiencia enriquecedora y libre de estrés tanto para los adultos como para los niños.
¡Desde Farmacia Ribot, te deseamos un excelente inicio de curso!